Nada nos hace más felices que compartir con vosotros la alegría de una nueva familia; hoy compartimos la de las pequeñas Paloma y Carolina junto a su papá César. El mismo César le mandó esta carta a Santiago (socio fundador de INTERFERTILITY) agradeciéndonos haberle acompañado en su camino a la felicidad, y le hemos pedido permiso para compartir sus palabras porque nos han encantado.
Buenas tardes Santiago.
Esta pasada semana me han ingresado en mi cuenta corriente el remanente de la Trust Account abierta en Estados Unidos hace ahora en torno a dos años y medio. Con esto, entiendo que se cierra esta primera fase de esta aventura vital en la que me adentré hace ya tiempo y en la que seguiré, espero, hasta el final de mis días.
Según escribo estas líneas oigo de fondo las risas, los llantos y los gorjeos de mis mellizas, Paloma y Carolina que la semana que viene cumplirán siete meses. Ha sido un camino largo duro y plagado de complicaciones, como es el caso de la peripecia personal de todos aquellos que tomamos la decisión de formar nuestra familia a través de esta vía, que no es la habitual.
Pero no puedo cerrar esta primera fase sin contactaros para daros las GRACIAS. Con todas las mayúsculas. Como antes decía ha sido un camino muy complicado, con altibajos, alegrías, penas, sobresaltos, decepciones, frustración, esperanza, tesón y sobre todo unas ganas enormes de dar amor, proporcionar felicidad y ser feliz. Pero ese camino habría sido infinitamente más difícil sin vosotros.
Has conseguido conformar un equipo de profesionales fabuloso, con una profesionalidad intachable (cosa que no podría afirmar con la misma rotundidad de personas que he tratado al otro lado del Atlántico) y, sobre todo, una calidad humana fuera de discusión. Traslada estas gracias a las personas que he tratado durante estos dos años y medio, Irene, Ramón, María Cantos…algún otro que quizá no recuerde y alguno que quizá ya no esté con vosotros.
Pero permitirme que haga una mención especial a Beatriz Huerga. Beatriz me ha acompañado, al otro lado de la banda ancha, durante los momentos más delicados de este proceso. Su dedicación, su profesionalidad, permanentemente atenta y alerta, respondiendo en tiempo récord a cada cuestión planteada, fuera laborable, domingo o festivo o tomando la iniciativa en todos aspectos que a mí se me escapaban o en la (a veces complicada) interlocución con las colegas estadounidenses. Y junto a su profesionalidad en el ámbito jurídico, su terreno, la empatía, la paciencia y la simpatía para con personas que atravesamos este momento crucial en la vida con hasta el último momento un desenlace incierto.
Allá dónde me pregunten podéis tener por seguro que os recomendaré (os ha salido un comercial ????)
Ayudáis a hacer feliz a la gente. Continuad así. Y espero que entre todos, vosotros los profesionales, nosotros las familias, podamos ir haciendo que se normalice la realidad de la gestación subrogada. Que no se demonice a personas que optan libremente lo que quieren hacer con sus vidas y con sus cuerpos (ellas y nosotros) ni tampoco a los que os dedicais a ponernos en contacto (vosotros). Que nuestra normalidad y la de nuestros hijos consiga transmitir que no somos perversos traficantes sino solo gente que quiere ser feliz dando amor. Y vosotros ayudais a ello.
Mil gracias y hasta siempre.
Paloma, Carol y César.