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Adopción o gestación subrogada… ¿Cuál es tu modelo?

adopción o gestación subrogada

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Cada semana hay personas que llegan a nuestras sedes sin tener del todo claro que la gestación subrogada sea su camino; y es por eso que hoy iniciamos una serie de  artículos comparando distintos modelos familiares. En las próximas semanas abordaremos las diferencias entre adopción, acogimiento familiar, coparentalidad y gestación subrogada

Para Interfertility, la diversidad familiar es un tesoro. Defendemos el derecho a poder decidir libremente cómo queremos vivir y, sobre todo, con quién queremos compartir nuestras vidas. Este derecho, que es tan evidente para muchas personas, desgraciadamente no lo es tanto para otras, que tienen que invertir mucho esfuerzo y un largo camino para lograrlo.

A lo largo de estos artículos, pretendemos acercarnos a estas familias “diferentes” para conocer cómo son, tratar de entenderlas y, entre todos, contribuir a la igualdad de derechos.

Adopción

La adopción ha sido vista a menudo como “el plan b” para quienes no pueden ser padres de otra forma… Y nada más lejos de la realidad. Adoptar es una vía para ser padres que tiene valor en sí misma. Supone crear un vínculo con un niño que ya está en el mundo y carece de familia. Es, junto a la acogida, un modelo especialmente enriquecedor. Es, además, un modelo válido para cualquier persona. No es necesario tener problemas de fertilidad para adoptar, ni mucho menos.

Quien decide adoptar está demostrando que el amor entre padres e hijos está muy por encima de los vínculos reproductivos. Cuando unos futuros padres nos informan de que han decidido que la adopción es su modelo, esto es siempre motivo de alegría. Podrán unirse unos padres que quieren un hijo, y un hijo que quiere unos padres.

Adopción nacional

En España cada vez hay menos niños que necesiten ser adoptados. En nuestro país hay muchos medios para evitar los embarazos no planificados, y también hay muchas ayudas para evitar que las mujeres entreguen a sus hijos en adopción si no lo desean. Es por esto que sólo las familias más idóneas conseguirán adoptar; y será un proceso largo y difícil en muchos sentidos. Si queréis conocer una familia que ya ha pasado por este proceso, os recomendamos el blog de “Papá y Mamá Jones”, una historia preciosa de unos papás que, estamos seguros, no cambiarían su modelo familiar y su felicidad por nada del mundo.

La mayoría de las Comunidades Autónomas tiene servicios de información gratuitos donde los futuros padres y madres podrán conocer cuáles son los tiempos de espera y los pasos que deben dar hasta tener a su hijo o hija con ellos. Aquí por ejemplo tenéis información proporcionada por la Dirección General de la Familia y el Menor de la Comunidad de Madrid.

Adopción internacional

En cuanto a la adopción internacional, las opciones son más. Hay muchos países que no tienen el sistema de protección social que tiene España y siguen necesitando familias solidarias que adopten niños y niñas. Lo que sí ha ocurrido es que los gobiernos de todo el mundo han ido tomando conciencia de que la existencia en un país de miles de niños que necesitan una familia supone una imagen muy negativa de cara al exterior. Varios estados han cerrado sus fronteras a la adopción internacional (muchas veces sin tomar medidas reales de protección a la infancia) y otros han creado complejos mecanismos para acceder a ella. Por estos motivos, el número de familias que consiguen acceder a la adopción internacional ha bajado en España desde las 5.541 que hubo en 2004 a las 824 de 2014, último año registrado. Esto significa que miles de familias que desean adoptar, desgraciadamente no lo conseguirán nunca.

Decidirse por la adopción internacional supone estar dispuestos a recorrer el mundo para encontrarnos con nuestro futuro hijo; y es fundamental estar muy bien asesorados sobre cuáles son los riesgos y escollos que tendremos que superar. Sólo de esta forma podremos evitar situaciones como las que han vivido familias españolas en lugares como Rusia, El Congo, Marruecos o Etiopía, que han quedado atrapadas con sus pequeños o han llegado a perderlos después de adoptados.

Si estáis pensando ser padres por adopción internacional, puede ser una buena idea contactar con una OAAI[1], asegurándoos de que os proporcionan datos actualizados sobre la situación en cada país de destino. En Interfertility colaboramos habitualmente con despachos de abogados especializados en adopción internacional, como Ancora Abogados (Lugo) o Jurif Advocats (Barcelona); y si lo necesitáis, esteremos encantados de poneros en contacto con aquellos despachos que consideramos más solventes y eficaces en vuestra comunidad autónoma.

Al optar por la adopción, debemos tener en cuenta que un niño adoptado tiene siempre una compleja historia detrás. Los efectos de esta historia pueden ser muy variables. Por un lado, los motivos que llevan a una mujer a dar a un bebé en adopción pueden estar vinculados con una mala salud, consumo de drogas o alcohol, etc. Por otra parte, si el niño ha pasado una parte importante de su vida tutelado en centros de protección, esto habrá afectado a su desarrollo afectivo, intelectual y social. Es importante tener en cuenta que estos efectos probablemente se harán notar en algún momento para evitar frustración tanto en los padres como en el niño o niña. Afortunadamente, los niños adoptados cuentan en España con una extensa red de apoyos asociativos y profesionales que serán muy importantes para superar cualquier dificultad que pueda surgir en esta línea.

Por último, los niños y niñas adoptados necesitarán apoyo para asumir que sus vidas comenzaron de una forma a veces desconocida y siempre difícil. Superar esta circunstancia es un paso básico para tener una vida feliz.

En España todavía no se dan modelos como la adopción abierta o  la adopción dirigida, por lo cual no vamos a comentarlos. Sin embargo, sí consideramos que deberían regularse.

Diferencias entre adopción y gestación subrogada

La principal diferencia entre ambas formas de crear nuestra familia consiste en que la gestación subrogada supone planificar la llegada de un niño al mundo con ayuda de una tercera persona; y la adopción implica a un niño o niña que ya existe. En este sentido, quienes deciden ser padres por gestación subrogada están realizando un acto (traer una nueva vida al mundo) que se diferencia sólo en los medios de la decisión que toman quienes deciden ser padres por la vía tradicional o por Fecundación In Vitro. Los niños y niñas nacidos por gestación subrogada no existirían si no fuese por la voluntad expresa de sus padres, sumada a la ayuda de gestantes y a menudo también donantes. Pedro Fuentes, presidente de la asociación Son Nuestros Hijos, explica muy bien la diferencia en este artículo.

Teniendo en cuenta la diferencia entre ambos modelos de familia, resulta ofensivo escuchar a personas que no han adoptado exigir a otros que lo hagan (algo que ocurre a menudo cuando se debate sobre la regulación de la gestación subrogada). La adopción es, como se ha comentado previamente, una alternativa más para formar una familia, pero nunca debería ser una imposición, sino algo que se elige libremente. De hecho, es habitual que personas  que han tenido a su primer hijo por gestación subrogada se animen después a ampliar su familia adoptando a su segundo o tercer hijo, cuando sienten que quieren y están preparados para dar ese paso. En estos casos, la adopción no se vive como última opción sino como un deseo cumplido.

Tanto los niños nacidos por gestación por sustitución como quienes son adoptados, deben conocer sus orígenes y recibir apoyo para asumirlos. Sin embargo las historias de gestación subrogada suelen ser más fáciles de explicar, principalmente porque los padres han estado presentes desde el principio y pueden responder a todas las preguntas y dudas de los niños. Éstos pueden conocer todos los detalles sobre el momento en que sus padres decidieron tenerles y las personas que les ayudaron en ese proyecto.

Los requisitos para ser padres en uno y otro modelo son diferentes también. Mientras que en la adopción se busca la mejor familia posible, quienes deciden ser padres por gestación subrogada no suelen encontrarse más requisitos que los propios de cualquier otro proceso de reproducción asistida. No se busca la idoneidad, sino simplemente la capacidad.

Los tiempos de espera son también distintos, y están condicionados por elementos diferentes. En gestación subrogada el proceso suele durar una media de un año y medio, y está condicionado tanto por la naturaleza como por las características médicas de las personas que participan y la tecnología empleada. En adopción, por el contrario, la media de espera es de varios años, aunque a veces es mucho más rápido. Los elementos que condicionan el proceso de adopción son administrativos, además de personales y sociales. La duración del proceso dependerá del número de familias que opten por el mismo camino, de si se está dispuesto a adoptar a niños más mayores o con dificultades, y de los trámites a realizar.

[1]Organismos Acreditados Internacionales. Se trata de organismos acreditados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

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